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Cómo afrontar una entrevista de trabajo

Hace poco una amiga me comentaba que tenía una entrevista de trabajo y no sabía que ropa llevar (sport, casual, elegante,...). Resulta que yo he afrontado ya algunas entrevistas del mismo tipo y conversando con ella capté que podía cometer diversos errores durante la cita.

Entrevistas de trabajo hay de muchos índoles. En ocasiones el empleo ya casi te ha sido asignado y la cita es un mero trámite para conocerte un poco mejor. Sin embargo, es normal acudir a entrevistas que forman parte de un proceso de selección y que resultan ser cruciales para obtener el empleo. Solemos llegar a ellas tras realizar un proceso de búsqueda mediante currículum, cartas de presentación, recomendaciones,… y lo mejor es no desaprovecharlo.

Por ello es recomendable preparar bien cada paso y dominar la situación para poder mostrarte tranquilo y seguro de ti mismo.

Vamos allá con alguno consejos.


ANTES DE LA ENTREVISTA

Da buena impresión en los primeros contactos

Recuerda mantener una actitud agradable y educada en cualquier relación establecida con personal relacionado con la entrevista. Así mismo, cuando seas "nominado/a" para realizar tu entrevista da facilidades para fijar la hora y el día de la entrevista. Recuerda que si pones excesivas pegas para fijar la cita, se podrá interpretar como falta de interés por el puesto de trabajo.
Si te citan por escrito, lo correcto es que llames para confirmar tu asistencia.

El lugar de la cita

Es importante asegurarse del lugar, la hora y los datos de un contacto a quien acudir si surge algún tipo de inconveniente. Si no estás seguro de cómo llegar al lugar de la entrevista, haz un viaje de prueba o prevé un margen de tiempo lo suficientemente amplio para asegurar que puedas llegar a la hora.

Conoce a qué te enfrentas:

Antes de acudir a una entrevista de trabajo, es muy recomendable prepararla bien. Siempre hay que transmitir sensación de seguridad y de confianza, y para eso, lo mejor es mantener la situación bajo control.

El primer punto a tener en cuenta es que podemos encontrarnos diferentes clases de entrevista. Cada vez más, las empresas apuestan por otro tipo de reuniones que les ayuden a conocer más y mejor las capacidades de los aspirantes. Los principales tipos de entrevistas que puedes encontrar son:
  1. Según el número de entrevistadores:




    • Entrevista individual. Es la más habitual. Se lleva a cabo entre la persona que busca el empleo y un representante de la empresa. No existe un patrón ni un modelo a seguir. El orden y los temas que se aborden dependen únicamente de la voluntad del entrevistador. Sin embargo, el carácter confidencial de este tipo de entrevista permite alcanzar una profundidad mayor en las cuestiones.
    • Entrevista de panel. En este caso intervienen varios entrevistadores, en lugar de sólo uno (personal de departamento de Recursos Humanos, personal de tu ámbito profesional,...). No existe un orden preestablecido ni unas temáticas determinadas, éstas dependen íntegramente de los entrevistadores. Se puede alcanzar una gran profundidad en el diálogo, siempre que se supere la más que probable intimidación inicial que supone enfrentarse a varios entrevistadores a la vez.
    • Entrevista de grupo. Es muy similar a la entrevista de panel, aunque en este caso el aspirante es entrevistado por diferentes personas que pertenecen a distintas áreas sucesivamente. En este tipo es frecuente que haya un psicólogo de empresa. Cada entrevistador evaluará al candidato según sus propios criterios y, una vez concluidas las entrevistas, se unificarán y se tomará una decisión en común.
  2. Según el procedimiento de la entrevista:




    • Entrevista estructurada. Es la más estática y rígida de todas, ya que se basa en una serie de preguntas predeterminadas e invariables que deben responder todos los aspirantes. Esto facilita enormemente la unificación de criterios y la valoración del candidato, pero no permite que el entrevistador ahonde en las cuestiones más interesantes. Es recomendable para aquellas empresas que necesitan cubrir muchos puestos de trabajo y no pueden invertir demasiado tiempo en el proceso de selección.
      La extensión es variable, depende del criterio de la empresa. Puede reducirse a unas meras cuestiones básicas (las más significativas) o ser bastante extensa, planteando cuestiones sobre toda la historia laboral del candidato.
      En todo caso, es conveniente hacer siempre una pequeña preparación previa sobre los temas que se puedan plantear. En ocasiones aparece el nerviosismo del candidato al ver al entrevistador tamando notas. Hay que tener en cuenta que al tener una estructura formal se requiere registrar la información. Aemás, a veces da la sensación de estar inmersos en un proceso mecánico que en muchos casos es contraproducente.
    • Entrevista no estructurada. Es aquella en la que se trabaja con preguntas abiertas, sin un orden preestablecido, adquiriendo características de conversación. Esta técnica consiste en realizar preguntas de acuerdo a las respuestas que vayan surgiendo durante la entrevista. En este tipo de reunión el entrevistador solo tiene una idea aproximada de lo que se va a preguntar y va improvisando las cuestiones dependiendo del tipo y las características de las respuestas. Además, el énfasis se pone más en el análisis de las impresiones que en el de los hechos. El principal inconveniente de este tipo de entrevista de trabajo es que, al no tener un listado de temas y cuestiones, se puede pasar por alto áreas de aptitud, conocimiento o experiencia que conviene resaltar.  Además, no hay posibilidad de revisar la exactitud de las conclusiones del entrevistador. Con todo, este tipo es, sin duda, el que más gusta a los entrevistadores, a causa de la libertad que deja.
    • Entrevista mixta. Es aquella en la que el entrevistador despliega una estrategia mixta, alternando preguntas estructuradas con preguntas espontáneas. Esta forma permite permite, mediante la parte estrcucturada compararte con los demás candidatos, y mediante la parte libre profundizar en tus características especificas.
    • Entrevista de provocación de tensión. Es aquella en la que se emplean modos y actitudes que tienen como objetivo provocar tensión en el candidato. Se utiliza fundamentalmente para cubrir aquellos puestos que deben desempeñarse en condiciones de gran tensión. En estos casos, el entrevistador necesita saber como reacciona el solicitante al elemento presión. Personas con poco control emocional suelen perder el control por lo que se pueden detectar los engaños preguntando minuciosamente al candidato. Hay diferentes métodos de inducir situaciones de tensión. Las más habituales son: Criticar las opiniones del aspirante acerca de algunos temas, interrumpir al entrevistado; guardar silencio durante un largo periodo de tiempo después de que el candidato haya acabado de hablar;...
      Intenta ser fácil de entrevistar, no intentes conducir y dirigir la entrevista. Normalmente, no se usa al comienzo de la entrevista porque este proceder imposibilita la comparación entre el comportamiento normal del candidato y el que se produce bajo tensión. Tampoco se usa al final de la entrevista porque es recomendable dar al candidato la oportunidad de recobrarse de la tensión antes de su terminación.
      No existe ningún método que a priori genere tensión en todos los candidatos. Uno puede dejar frío y relajado a un tipo de persona, mientras que usando otro se le puede causar una respuesta emocional. Por eso se suelen usar varios condicionantes durante toda la entrevista.
También es muy importante conocer todo cuanto puedas de la empresa (actitud conservadora o moderna, salarios medios en el puesto al que aspiras, perfil buscado,...)

Además, estudia tus aptitudes, tu experiencia y tu educación. Conoce perfectamente tu currículum (recuerda que el entrevistador se basará en él) y asegúrate de que podrás justificar todos los elementos del mismo.
Es muy útil y práctico preparar respuestas a las principales preguntas que suelen provocar incomodidad durante las entrevistas de trabajo. Aquí dejo una relación de cuales son. Recuerda repasar tus puntos débiles y preparar buenos argumentos para defenderlos.

Condiciones previas a la entrevista

Ve sólo/a y evita citas y compromisos posteriores ajenos a la entrevista. Ir acompañado indica dependencia para el entrevistador. Además tu comportamiento puede estar condicionado al saber que te están esperando.
Es mejor llegar 5 minutos antes que 5 minutos después. Tu falta de puntualidad denotará falta de interés que puede trasladarse al entorno laboral. Si por una razón de peso sabes que vas a llegar tarde, comunícalo cuanto antes a la persona de contacto. Procura llevar un teléfono móvil para estas situaciones.
Lleva dos o tres copias de tu currículum vitae (podría venir bien tenerlo a mano). Si el currículum enviado anteriormente a la empresa no incluye una foto asegúrate de que las copias que lleves a la entrevista sí la tengan. (eso hará que el entrevistador te recuerde mejor cuando revise sus notas). Lleva también un bloc o un lugar donde poder apuntar información relevante que pudiera surgir durante la entrevista, pero no lo utilices si no lo crees necesario.
Evita cualquier distracción o condicionante previo que pueda provocar interrupciones o tensión durante la entrevista. Apaga el móvil antes de la entrevista; no fumes antes de la entrevista (el olor a tabaco es fácilmente detectable), no discutas o hables con gente que crees te provocará tensión (desconocidos, al teléfono,...).
Cuida mucho tu apariencia. El entrevistador debe centrarse en lo que digas y no en tu vestimenta o complementos:
  • Evita ropa llamativa. Ve bien vestido/a, sin ser demasiado informal o extravagante. Por lo general es recomendable presentarse con imagen formal y clásica acorde al puesto al que se aspira. Cuida los mensajes que puedan contener las prendas de vestir (aunque sean en otros idiomas).
    Lleva ropa perfectamente acondicionada (planchada, limpia,...) y evita prendas incómodas (para sentarse, para andar,...) o que puedan mostrar posibles transpiraciones (axilas,...). No olvides cuidar todos los detalles, incluidos zapatos, cinturones,...
    En el momento de elegir la ropa recuerda el significado que cada color implica (rojo=seguridad, pasión, peligro; azul=confianza, reserva, amistad; amarillo=egoismo, envidia, placer; negro=seriedad, nobleza, tristeza;...).
  • Ve limpio/a y correctamente aseado/a (afeitado, peinado/a,...). Recuerda hacer un uso muy moderado de perfumes, maquillajes,... Y recuerda también que para muchos empleos tatuajes, pearcings y peinados extravagantes pueden ser muy condicionantes; para casos en que sea negativo evita realzarlos.
  • Evita un exceso de indumentaria y complementos (gafas en el pelo, joyas llamativas, pines, pañuelos asomando en los bolsillos, bolsos llenos de atavíos, llaves con multitud de llaveros,...).
  • No acudas con complementos que puedan ser interpretados negativamente (gafas oscuras implican inseguridad, bolsos grandes implican amplias necesidades, ...).

DURANTE LA ENTREVISTA

Primeros instantes

Saluda al entrevistador con una fórmula convencional (por ejemplo: Buenas tardes Sr. Ruiz).
Recuerda no ser el/la primero/a en extender la mano. Y cuando llegue el momento saluda con un apretón de manos y sonríe mirando a los ojos (evitando intimidar y expresando confianza).
No te aproximes mucho al entrevistador/a. Puede ser malinterpretado o provocarle tensión.
Comportate de manera natural y muestra confianza en ti mismo.
No te sientes hasta que te lo digan. Recuerda que debes ceñirte al guión del entrevistador, por tanto el marca los actos (no por ello dejes de expresar confianza y autonomía).

Cuída tu imagen y educación

Recuerda que debes crear una buena impresión. Las primeras impresiones son de gran importancia. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, son capaces de decidir sobre su valía. En otros muchos casos es un método cómodo para eliminar multitud de candidatos en el proceso de selección.
Recuerda:
  • Estate atento/a a cada detalle.
  • Se simpático/a (evitando caer en el típico "peloteo").
  • Procura decir siempre la verdad. En ocasiones es fácil para el entrevistador detectar si estás mintiendo.
  • No tutees si no te lo indican.
  • Cuida tu lenguaje. No uses palabras rebuscadas y evita localismo que no pueda entender el entrevistador. No utilices expresiones tajantes ("siempre", "nunca",...) ni utilices latiguillos ("osea", "este", "bueno",...). Acaba todas tus frases y mantén un volumen de voz normal (ni estridente ni tímido). No hables demasiado rápido. Utiliza un lenguaje persuasivo que despierte el interés de tu entrevistador pero qu no denote falsa modestia. Palabras como reto, experiencia, futuro, compromiso, objetivos, eficacia, proyecto, garantía y responsabilidad, utilizadas correctamente y sin abusar, tienen una fuerza especial. Los términos de moda, las frases hechas, los clichés y las coletillas son sintomáticos de un vocabulario pobre o intelectualmente perezoso.
  • No seas nada arrogante.
Cuida los detalles con significado implícito
  • Mira al entrevistador a los ojos, pero sin intimidar. Mirar excesivo tiempo hacia otro lado puede implicar desatención, hacia abajo desconfianza, hacia arriba indecisión,...
  • No peques de agresivo/a ni de sensiblón/a. No seas excesivamente entusiasta, pero demuestra interés.
  • Sientate derecho/a, ni al borde de la silla (implica inseguridad), ni repantigado/a (indica falta de respeto).
  • No pongas los codos sobre la mesa del entrevistador.
  • No cruces los brazos ni las piernas (se puede interpretar que estás a la defensiva), ni metas tus manos en los bolsillos por mucho tiempo (denota desinterés). Tampoco te sientes sobre tus manos.
  • Evita ponerte nervioso/a y los gestos que lo indiquen como golpear con el boli en la mesa, agitarte en el asiento, tics en piernas o brazos, morder las uñas,...
  • Abtente de fumar aunque lo ofrezcan.
  • No mires el reloj.
  • No comas chicle.
  • Si te ofrecen una bebida puedes aceptarla, pero que no sea alcohólica o energética.
  • No respondas con evasivas o dudas, ni con expresiones muy breves o monosílabos ("sí", "no", "tal vez",...).
  • No esperes demasiado tiempo para responder (podría parecer síntoma de distracción).
  • Muestra entusiasmo por obtener el trabajo, pero no lo supliques.
  • No trates al entrevistador como si la oferta que te ofrece sea una "limosna" para tí.
  • No hables mal de las empresas en las que has trabajado. En general no hables mal de nadie, evita juicios aventurados y comentarios superficiales.
  • No te niegues a responder preguntas.
Deja que la entrevista fluya y domina la situación

No interrumpir y dejar que la entrevista fluya es muy importante.
Debes dejar al entrevistador que tome él la iniciativa y dirija la entrevista, pero al mismo tiempo aprovecha tus oportunidades para hablar. Con tus comentarios puedes provocar que te sean realizadas preguntas que realcen tus puntos fuertes o tus conocimientos sobre la empresa y el sector que abarca (no des impresión de "sabelotodo").
No hables demasiado, pero tampoco seas excesivamente breve. Procura que los detalles de interés para tí no sean pasados por alto y sé claro en tus respuestas.  Y no des explicaciones innecesarias.
Convence a tu interlocutor de que reunes las mejores cualidades para el puesto y tienes interés en el mismo.
No muestres rigidez ni problemas de adaptabilidad ni de disponibilidad.
Si te preguntan sobre ti mismo/a, enfatiza tu formación, experiencia y resultado de tus trabajos. Se positivo sobre tí en cada momento. Por ejemplo no digas, "acabo de terminar mis estudios y no tengo experiencia profesional"; podrías decir "estoy disponible para trabajar y dispuesto/a a poner en práctica todos los conocimientos que he adquirido en mis estudios". No temas hacer preguntas (evita llevarte dudas al finalizar la entrevista), pero no muestres intereses negativos para tu imagen (intereses exclusivamente económicos, posicionales, condiciones vacacionales y permisos,...).

Ultimos instantes

Los últimos instantes son también muy importantes. Forman la última impresión que el entrevistador tomará. Si hemos hecho bien los deberes implicarán poco más que una despedida, pero si el puesto aun está en el aire debemos cuidar algunos detalles:
  • Si no nos han informado durante la entrevista viene bien preguntar sobre el siguiente paso en el proceso de selección (dónde, cuando, con quien tendrá lugar,...). Para ello podemos preguntar por ejemplo: "Disculpe, si tiene unos minutos más me gustaría conocer cual es la siguiente etapa en el proceso de selección".
  • Muestrate seguro hasta el final. No demuestres sensación de alivio por finalizar la entrevista.
  • Expresa tu agradecimiento. No está de más pedir una tarjeta de vista al entrevistador para posteriormente enviar una carta de agradecimiento o, simplemente, para ponernos en contacto si es necesario posteriormente (como recordatorio de la entrevista si el proceso de selección se alarga demasiado,...).
  • Despídete con un nuevo apretón de manos mirando a los ojos al entrevistador con expresión de simpatía.
DESPUES DE LA ENTREVISTA

Recuerda anotar toda la información relevante que ha surgido durante la entrevista para evitar olvidos.
También es de utilidad analizar los resultados y anotar puntos fuertes y débiles que pueden servir para una segunda entrevista en la misma empresa o para próximas entrevistas en otras empresas.


Salu2,
elSant0

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